LAS DOS CARAS DEL ORIENTE ANTIOQUEñO: ENTRE EL TURISMO Y LAS ESTRUCTURAS CRIMINALES
Medellín
Las dos caras del Oriente antioqueño: entre el turismo y las estructuras criminales
Las autoridades han identificado 11 estructuras que buscan apoderarse de las rentas criminales.
Laura Rosa Jiménez Valencia
Mientras los municipios del valle de Aburrá viven días sin muertes violentas asociadas a disputas entre grupos ilegales, una historia muy distinta pasan los pobladores del Oriente antioqueño, considerado por muchos como el ‘’segundo piso de Medellín’. Este territorio vive dos realidades, pues sus 23 municipios, llenos de bellos paisajes y tradiciones que atraen a miles de turistas, se han convertido también en campo de batalla entre los grupos ilegales que los han copado a través de las disputas por las rentas criminales, especialmente la comercialización de drogas.
En medio de estas contiendas mataron a Jhon Ciro Alzate, alias la Fiera. Lo acribillaron en la carrera 6.ª con calle 4.ª, en el sector de Cuatro Esquinas, en el municipio de Sonsón. Precisamente este municipio está entre los siete donde, según la Secretaría de Seguridad de Antioquia, entre el 1.º de enero y el 22 de abril, subieron las muertes violentas en comparación con el mismo lapso de 2023. (Puede leer: Procuraduría indaga presuntas irregularidades en el mantenimiento de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín) La lista la comprenden: Sonsón (7 casos frente a 2 casos de 2023), Abejorral (7 casos frente a 4), Marinilla (6 casos frente a 4), El Peñol (5 casos frente a 3), El Retiro (3 casos frente 0), Guatapé (2 casos frente a 0) y San Rafael (1 casos frente a 0) Sonsón es clave por sus fronteras con El Carmen de Viboral, Cocorná, Puerto Triunfo, San Francisco, Abejorral y Argelia, y los departamentos de Caldas y Boyacá, por eso se lo disputan el ‘clan del Golfo’, que opera a través del ‘clan Oriente’, y ‘el Mesa’. “La extensión rural de Sonsón, lo central que es y la salida hacia otros departamentos facilitan la presencia de estos grupos”, dice el alcalde Juan Diego Zuluaga.
Los grupos en disputa
De acuerdo con el último informe publicado por la Mesa de Derechos Humanos del Oriente antioqueño y el Observatorio de Paz, Derechos Humanos y Medio Ambiente, queda al descubierto que ningún municipio escapa de la presencia de por lo menos un actor ilegal, lo que repercute en las muertes violentas, que para el 2023 aumentaron un 48,2 por ciento con relación a las de 2020. Durante los cuatro años, la cifra llegó a los 731 casos. A ellos se suman desapariciones y desplazamientos, este último es un fenómeno muy silencioso. Es allí donde aparecen viejos conocidos del Aburrá como ‘el Mesa’, ‘los Pachelly’, ‘la Terraza’ y el ‘clan del Golfo’, pero también nuevos personajes para el interior del departamento como ‘clan Oriente’ o ‘clan Isaza’ y ‘los Pamplona’, los cuales se han ubicado en corredores estratégicos. “Los territorios son usados por esas estructuras armadas con el ánimo no solamente del narcotráfico, sino de fortalecer esa capacidad de movilidad hacia otras subregiones”, dice Óscar Zapata, defensor de derechos humanos e integrante del Observatorio de Paz.
(Le puede interesar: Video: avenida torrencial de quebrada en Montebello (Antioquia) arrastra varias viviendas) Además, la subregión tiene en su territorio el aeropuerto más importante de Antioquia, el José María Córdova de Rionegro. Por su parte, el coronel Carlos Andrés Martínez, comandante del Departamento de Policía Antioquia, señala que aunque el año se inició con una reducción del 29 por ciento de muertes violentas, preocupa lo que pasa en algunos municipios donde las cifras subieron durante el comienzo del año. En el territorio identificaron 11 estructuras criminales, las mismas identificadas por la Mesa de Derechos Humanos. De estas, las que tienen mayor injerencia iniciaron sus actividades criminales en el valle de Aburrá y predominan sobre otras a través de la subcontratación con bandas locales para copar el territorio. “Ha habido un intereses de expansión de ese tejido y ese mercado criminal, particularmente el tráfico de estupefacientes, y eso trae directamente una serie delitos como extorsión, como homicidios, con el fin de acrecentar esa capacidad, ese poder criminal, pero siempre va a estar la capacidad de la Fuerza Pública”, agrega el comandante. Y ese trabajo de inteligencia, que ha sido realizado en conjunto con la Fiscalía, ha derivado en operativos con los que han logrado las capturas de 1.286 personas. (Lea también: ‘Una arepa por 160.000’: denuncian cobro excesivo en exclusivo sector de El Poblado en Medellín) Finalmente, además de la disputa por la rentas criminales, en la subregión se han vuelto recurrentes los reportes de las autoridades sobre el hallazgo y destrucción de uno o más laboratorios para el procesamiento de hoja de coca.