LA PULSERA DE HILO QUE MáXIMA DE HOLANDA COMBINA CON SUS BRAZALETES DE DIAMANTES (Y QUE LA REINA SOFíA TAMBIéN TIENE)
En los típicos mercadillos de verano, junto a las playas, podemos encontrar una gran oferta de pulseras, de diseño sencillo pero cargadas de significado. Muchos son amuletos; el elefante, la mano de Fátima, el trébol de cuatro hojas, el árbol de la vida, el nudo infinito, el yin y el yan o el ojo turco.
Ayer en la cena de gala en el Koninklijk Paleis de Ámsterdam con motivo del viaje de Estado de don Felipe y doña Letizia a los Países Bajos y el debut de Amalia de Holanda en este tipo de ceremonias, pudimos ver que la reina Máxima de Holanda, además de vestir joyas históricas de diamantes, lució en su muñeca derecha una discreta pulsera de hilo bicolor rojo y blanco con una cuenta de un ojo pintado, que se podía vislumbrar entre los diamantes de su brazalete. El hilo rojo aporta fuerza y salud y hilo blanco es símbolo de una vida larga. El ojo turco, por su parte, se considera un amuleto contra el mal de ojo, tiene su origen en Turquía y Grecia y es un símbolo de protección, en concreto, según algunas teorías, contra la influencia negativa de la envidia. Esta pulsera denominada martaki se lleva tradicionalmente en marzo. Según algunos, la pulsera ofrece protección contra el sol de la primavera, mientras que otros dicen que el hilo blanco se vuelve rosa si su portador ha contraído la gripe. Una tercera visión es que brinda protección en la salud.
Es muy típico encontrarla en tiendas de souvenirs o mercadillos en Grecia. No es de extrañar que haya acabado en la muñeca de Máxoima, ya que estuvo de vacaciones en octubre del año pasado con su marido Guillermo en el país del mediterráneo. Desde entonces no se la ha quitado. El jueves, al día siguiente de la cena, volvía a lucirla para su ronda de visitas junto a doña Letizia. Parece que es otra de las mujeres de la realeza fieles a ciertos complementos, como el caso de la propia Letizia y su anillo Coreterno.
A otro miembro de la realeza a la que hemos podido ver con este tipo de pulsera-amuleto es a la reina Sofía, a su hermana Irene de Grecia y a su hija la infanta Elena. Es habitual que en Grecia estén presentes en hogares, en joyería, para los bebés o los vehículos. “Las pulseritas de piedras duras”, como le decía doña Sofía a Pilar Urbano en una de las conversaciones que mantuvieron en Zarzuela durante la realización de los libros La reina (Plaza&Janés) y La reina muy de cerca (Planeta), para los que le confesó que prefiere este tipo de abalorio a las joyas reales.